Gerodontología

Cuidamos de nuestros mayores


El crecimiento de la población en la actualidad deja ver un notable incremento de la edad de nuestros pacientes. Este hecho viene determinado, entre otros, por el aumento de la esperanza de vida (gracias a la mejora en las condiciones socio-sanitarias de los ciudadanos) y por el envejecimiento saludable (que posibilita la integración absoluta del anciano por la propia actitud del individuo y de toda la sociedad). La consecuencia inmediata del incremento de edad de la población es un aumento simultáneo de las necesidades de dicho sector. Es cierto que no sólo ha mejorado la perspectiva de supervivencia del individuo, sino que a su vez, se ha perfeccionado su calidad de vida. Es este un concepto primordial para enfocar de una manera efectiva el análisis y el desarrollo de unas condiciones adecuadas para favorecer una vida longeva y, sobre todo, digna.

La tercera edad tiene unas características específicas marcadas por los cambios estructurales propios del envejecimiento de los tejidos (mucosas más finas, desgastes y/o pérdidas de los dientes, artrosis de las articulaciones, osteoporosis, etc.),  por la patología sistémica crónica (diabetes, cardiovasculares, neurológicas, etc.) y por los fármacos asociados a dichas enfermedades (ansiolíticos, antiagregantes, anticoagulantes, anticonvulsionantes, etc.). El cuidado de la cavidad oral  es, de esta manera, concreto para este sector etario ya que presenta predisposición a ciertas patologías (caries radiculares, sequedad oral, alteraciones de mucosas, malnutrición por dificultad a la masticación,etc.), y puede presentar ciertas dificultades debido a posibles barreras físicas o psíquicas del paciente.

La individualización y el seguimiento específico para cada caso buscan restablecer la función y la estética y, a su vez, informar y capacitar al individuo para la conservación del estado de salud.